COVID-19: crisis de salud mundial que pone en jaque a las instituciones
Por Juan Insomnio
Con
más de 823 mil infectados en el mundo, el COVID-19 pone a prueba la reacción de
las instituciones, esta es la crisis de salud mundial que definirá nuestra era
y que también han impulsado los casos de creatividad de los cuerpos de
emergencia para habilitar mecanismos de aislamiento ante la falta de equipo y
preparación en estos temas.
Es
el caso de los Bombero de Los Cabos en Baja California Sur, quienes con
herramienta básica y una camilla implementaron un contenedor de aislamiento en
caso de tener que atender las emergencias que se presenten su localidad.
Los
próximos días, semanas y meses serán una prueba de nuestra determinación, confianza en la ciencia y en las instituciones
por su capacidad de reacción.
En
Nuestro país siguen en aumento los casos positivos de COVID-19, se han
confirmaron hasta el 1 de abril un total de 1 mil 378 casos, 3 mil 827 casos sospechosos
y hasta el momento suman 37muertes. El 30 de marzo, las autoridades federales
declararon será hasta el 30 de abril la extensión de suspensión de actividades
no esenciales en todo el país pidiendo a los ciudadanos a quedarse en casa para
reducir la curva de contagios.
Pero
pese a la pandemia no se toman medidas para proteger a policías, bomberos y
paramédicos del Estado, en su mayoría siguen laborando sin protección, aunque
ellos estén en el nivel ALTO de la pirámide de riesgo ocupacional.
Sólo
algunos municipios han tomado medidas, adoptado protocolos para la posible
atención de pacientes con síntomas del Covid-19 y la concientización a la
ciudadanía sobre el riesgo.
Sin embargo, los servicios de atención a
emergencias no paran a pesar de la contingencia y quienes operan en las calles (bomberos,
paramédicos y policías) toman las precauciones debidas, ante la falta de
sensibilidad del Gobierno del Estado de México, quien dicho sea de paso, no
contempla presupuesto en apoyo a bomberos y paramédicos, sólo para policías y
de gobiernos municipales que se limitan a informar a los ciudadanos.
En
un recorrido por estaciones de bomberos y de policías se puede observar que se
siguen ciertas reglas de higiene, pero a los elementos de atención de
emergencias no se les dota de lo necesario para evitar contagiarse, como
cubrebocas y guantes, todo lo tienen que comprar, y en caso de paramédicos de
equipos de protección personal (EPP) para la posible atención de pacientes con
síntomas del Covid-19, sólo algunos municipios han implementado los protocolos
necesarios.
Gobiernos
locales y estatales dejan de lado que los primeros en responder ante un caso
sospechoso de COVID-19 son los servicios de emergencia y que su personal no esta expuesto.
Es
indudable que el COVID-19, causal de la crisis de salud mundial en esta época, pone
en jaque a las instituciones, su capacidad de respuesta, pero sobre todo su
equilibrio, ante una sociedad que encuentra la forma de reír de sus gobernantes
ante un bombardeo de memes, que lejos están de ser líderes.